Las mejores unidades SSD de 2019

Escrito por Administrator.

Si necesitás mejorar el rendimiento de tu ordenador o portátil Windows y almacenar tus datos de forma segura, necesitarás una de las 10 unidades de estado sólido de esta lista. Descubre cuáles son las mejores unidades SSD de este año.

 

Las unidades de estado sólido están presentes en casi todas las tablets y smartphones que se fabrican a día de hoy por su tamaño reducido y su gran capacidad de rendimiento. Estas mismas cualidades pueden ser muy útiles en un ordenador o portátil. De hecho, estas prestaciones son las que las diferencian con las tradicionales unidades de disco duro. Es también el caso de la velocidad, que mejora encarecidamente la experiencia del usuario, ya sea a la hora de abrir una aplicación, navegar o copiar un archivo. En este artículo, encontrarás una lista de las que son, a nuestro entender, las mejores unidades SDD del mercado actual. En ella, hemos incluido los modelos con mejor rendimiento, pero también otros más baratos que ofrecen una buena relación calidad-precio. Además de comprarte una nueva SDD, quizás estés buscando cambiar de ordenador. Puedes consultar cuáles son los mejores portátiles de este año o, si lo prefieres, los mejores portátiles económicos.

Claves a tener en cuenta antes de comprar una unidad SSD

1. ¿Cuánto estás dispuesto a pagar? A diferencia de hace unos años, las unidades de estado sólido son ahora relativamente asequibles para cualquier usuario. Hay SSD para todos los bolsillos. Si no quieres desembolsar más de 100 €, podrás igualmente obtener una de 250 GB. Es cierto que las tradicionales HDD siguen siendo todavía más baratas, pero parece buena idea utilizarlas para tu música, vídeos y fotos, mientras que puedes utilizar una unidad de estado sólido para instalar Windows y los programas que más utilices.

2. ¿Qué unidad SSD debería comprar: SATA o PCIe? Para saber qué unidad de estado sólido tiene mayor rendimiento, hay que tener en cuenta primero que existen dos tipos de SSD: las SATA y las PCIe. Es importante conocer la diferencia y no solo optar por la que sea más barata. Unidades SSD SATA. Este es el modelo del que más probablemente hayas escuchado hablar, ya que es el que hace más tiempo que se encuentra en el mercado. Además, se utiliza también en discos duros y discos ópticos para ordenadores y portátiles. La mayoría de las SSD SATA tienen un tamaño de 2,5 pulgadas de ancho, ya que están pensadas para encajar en los portátiles, aunque también son compatibles con los ordenadores más recientes. En este sentido, antes de comprar una unidad SSD deberás tener en cuenta también el espacio que puede ocupar en tu dispositivo, ya que de nada te servirá una SSD demasiado gruesa. Algunas de ellas miden 7 mm de grosor y otras 9,5 mm. Unidades SSD PCIe. Las unidades PCI Express tienen una interfaz mucho más rápida que las SATA y vienen complementadas con la NVMe o Non-Volative Memory Express, que viene a ser la versión de la interfaz AHCI del tipo de SSD anterior.

Existe también otro factor a tener en cuenta: las especificaciones de M.2, que pueden estar presentes tanto en SSD SATA como en SSD PCIe. Deberás comprobar que tu placa base es compatible con ellas, aunque también podrás comprar un adaptador a buen precio. Si comparamos las características básicas de un tipo de SSD y otro, en seguida destaca la diferencia en la velocidad. Mientras que la SSD SATA más rápida puede ir a unos 550 MB por segundo, los discos PCIe con NVMe puede hacerlo a 3000 MB por segundo.

3. ¿MLC, TLC o SLC? También hay que tener en cuenta las varias tecnologías usadas en las SSD para almacenar información, ya sea la MLC o célula de multinivel, la TLC o célula de triple nivel y la SLC o célula de un solo nivel. Las diferencias entre estas tecnologías se reducen básicamente al número de bits que cada célula dentro de la SSD es capaz de manejar. Así pues, las unidades TLC tienen 3 bits por célula; las MLC tienen 2 bits por célula; y las SLC tienen 1 bit por célula. Cuanto mayor sea el número de bits que se pueda procesar por célula, mayor será el riesgo de que el rendimiento falle. Ahora bien, hay que dejar claro que los fabricantes SSD son conscientes de estas limitaciones y consiguen superarlas gratamente.

4. ¿Qué garantía tienen? A la hora de comprar una SSD, es recomendable optar por aquellas que ofrecen un largo período de garantía, aunque es cierto que la pérdida de datos es ahora un problema menor. Eso se soluciona adquiriendo el hábito de hacer copias de seguridad de forma regular. Por otro lado, hay unidades que necesitan estar activas en mayor medida que otras y también existen diferencias en cómo rinden cuando el ordenador está en hibernación. Sin embargo, este no es un factor demasiado determinante en las SSD.

Fuente: PC World

Publicado en Hardware

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